Strauss \ Así habló Zaratustra (Poema Sinfónico) Karajan, Orquesta Filar...
FORMACIÓN DE INSTRUCTORAS DE MASAJE INFANTIL CONSCIENTE.
FORMACIÓN DE INSTRUCTORAS DE MASAJE INFANTIL CONSCIENTE.
ENCUENTRO VIRTUAL INTERNACIONAL DE ESCRITORES POR LA PAZ.
ORGANIZADO POR MAILEN TALCA 28 DE AGOSTO AL 3 DE SEPTIEMBRE
PONENCIA DEL JUEVES 3 DE SEPTIEMBRE 2020
TITULO LITERATURA FEMENINA POPULAR EN LATINO AMERICA
AUTOR
INSTITUCIÓN Y CORREO E MARGARITA ISABEL HENRÍQUEZ GILANIA EDITORES Y CENTRO
GILANIA isabel.gilania@gmail.com
RESUMEN
LA ESCRITURA DE MUJERES TIENE CARACTERÍSTICAS
DIFERENTES, Y MÁS SI ES DE LATINOAMÉRICA, DE ESTRATOS POPULARES O ALEJADAS DE
LAS ELITES. CRUZADA DESDE SU ORIGEN POR
EL SISTEMA PATRIARCAL QUE PRETENDEMOS Y
NECESITAMOS SUPERAR. LA HISTORIA MUESTRA QUE PROCEDEMOS DE UNA CULTURA SEXISTA,
DE UNA CULTURA EN QUE LO FEMENINO SE SUBORDINA A LO MASCULINO, PORQUE SE
IDENTIFICAN RESPECTIVAMENTE CON DEFICIENCIA Y EXCELENCIA.
PALABRAS CLAVES
LITERATURA. MUJER. GILANIA
INTRODUCCIÓN
ES FRECUENTE QUE
UNA PREGUNTA RONDE MI CABEZA ¿CUÁNTO TIEMPO PASARÁ PARA QUE SEAMOS NOSOTRAS LAS
QUE VALOREMOS NUESTRA ESCRITURA? TODAVÍA ESTÁ LA SOMBRA DE ESAS ÉPOCAS EN QUE
SE CONSIDERABA LA ESCRITURA DE MUJERES COMO LITERATURA MENOR O SUB GENERO.
OBLIGADAS A PEDIR PERMISO PARA ESCRIBIR Y PARA PUBLICAR, COMO HILDEGARDA DE
BINGEN, ESCRITORA, COMPOSITORA, FILÓSOFA, CIENTÍFICA, NATURALISTA, MEDICA,
POLÍMATA, ABADESA, LIDER MONACAL Y MISTICA ALEMANA. 1098-1179, PROCLAMADA EL 7
DE OCTUBRE DE 2012 DOCTORA DE LA IGLESIA
Leyendo a Alicia
Redondo Goicochea, en su libro Mujeres y narrativa: otra historia de la
literatura, dice “Mujeres y narrativa defiende la existencia de una escritura
propia de mujeres, que, poco a poco, va cimentando una tradición literaria femenina”. Hasta ahora la literatura femenina, es
considerada, por muchos hombres, “literatura para mujeres”, lo que lleva a la
pérdida de interés en leer a las escritoras, ya lo reafirmaba el adjetivo
“femenino”, en su sexta acepción “endeble, débil”, hasta el 2014. Según el
diario español Público, del 17 de octubre del 2014:
La
sexta acepción de "femenino" en el diccionario de la Real Academia de la Lengua
Española (RAE) es "débil, endeble". Y en la tercera definición
de la palabra "masculino" aparecen los conceptos "varonil" y
"enérgico". Editado en 2001 y actualizado cinco veces desde entonces,
ha sido necesaria una sexta revisión para eliminar del diccionario tales
significaciones.
"Se suele decir que la RAE va
por detrás de la sociedad porque recoge los usos del lenguaje, es decir, los
cambios que ya están asentados, pero estas acepciones deberían haber sido
eliminadas hace un siglo", denuncia la directora de la cátedra de Género
de la Universidad Rey Juan Carlos, Laura
Nuño, que dice estar convencida de que si la RAE definiera
"negro" como "esclavo" habría rectificado hace años. ¿Por
qué no lo ha hecho hasta ahora en los significados de "femenino" y
"masculino"? "Porque el patriarcado está más asentado que el
racismo. Porque el racismo se afea y el machismo todavía no", responde Nuño a Público.
Volviendo
a Cecilia Redondo, continúa: “Las mujeres ven el mundo de fuera desde dentro”,
en parte porque la educación que han recibido “durante generaciones ha sido
diferente”.
También
nos llama la atención sobre un elemento clave: “hay muchas escritoras cuya raíz de escritura es el desamor materno. En
una sociedad tan “hetero” como es la nuestra, se facilita más la relación entre
la madre y el hijo que entre la madre y la hija”.
No
obstante, reconoce que “están cambiando las cosas y en estos
momentos hay familias monomaternales, un término que ella prefiere al de
monoparentales, dado que el 90 por ciento de las veces son las madres las que
se hacen cargo de la educación de los hijos”, sobre todo en Chile y el
resto de Latinoamérica, agrego yo.
¿Y que
pasa con la mujer que escribe desde los bordes? Cómo es escribir en los bordes
ahora. Recordando el Congreso Internacional de Literatura Femenina
Latinoamericana realizado en Chile, en 1987, donde se analizó el trabajo de 21
escritoras latinoamericanas, en un libro publicado por la editorial Cuarto
Propio, 1990, no sé si esas interrogantes tienen respuesta en el 2020.
La
marginalidad, que va de la mano con la discriminación, el clasismo, racismo;
son las piedras del camino de la mujer escritora, la ausencia de oportunidades
para desarrollarse en todos los aspectos. Más aún en esta época de crisis:
social, sanitaria, ecológica. Los bordes
de la cultura oficial, los de las carencias, de las ausencias de condiciones
mínimas para la vida digna. De esa mujer que escribe y también se la juega cada
día, en la mayoría de los casos, para alimentar y educar a sus hijos; esas
heroicas mujeres, de cualquier territorio latinoamericano. Difícil estar de
acuerdo con la clasificación de la RAE mencionada anteriormente. Viéndolas, por
la obra y gracia de la tecnología, luchar en cada uno de los espacios en que
les tocó nacer. Las veo fuertes, presentes, perdurables. No puedo dejar de mencionar, precisamente en este punto, que me
interesaba mucho indagar sobre las escritoras bolivianas, como una
representación de la escritura de mujeres en Latinoamérica, además de las
chilenas. Debo reconocer que eso significa un arduo trabajo, empezando por leerlas,
tarea pendiente para estos tiempos de pandemia. El inicio, leer a esta autora y sus dos libros de
entrevistas: Kathy S. Leonard, autora de
Una revelación desde la escritura: entrevistas a narradoras bolivianas y Una
revelación desde la escritura: entrevistas a poetas bolivianas de Kathy S. Leonard, lingüista, catedrática, fotógrafa e
investigadora estadounidense, publicados el año 2001 por la Editorial Peter
Lang Publishing en Nueva York. Se trata de dos libros que registran, sobre la
base de entrevistas, la vida y obra de veinticuatro narradoras y poetas
bolivianas.
A modo
de una ordalía psicológica, recordé el ensayo de Virginia Wolf de 1929, Un
Cuarto Propio, y en el artículo ¿Aún le temen a Virginia Woolf? Una reflexión
sobre el Cuarto Propio, de Pilar Errázuriz, Revista Universum U de Talca, 2008 “donde destaca la sutileza de su pensamiento y
la acertada percepción acerca de las relaciones de poder entre hombres y
mujeres”, redescubierto y de gran influencia desde los 70. Hace unos meses, antes del confinamiento
covid, leí un Microcuento de una escritora adolescente, en él quedaba reflejada
toda la dificultad de una estudiante para cumplir con sus tareas escolares, la
falta de espacio, de silencio, de interrupciones constantes de las demás
personas de su entorno; las peleas entre vecinos, las persecuciones policiales,
las bombas lacrimógenas. Me quedó grabada la imagen que acompañaba al texto:
una muchacha arrodillada ante una silla que le servía de pupitre, con sus
cuadernos y algunos libros en el suelo.
Recordé la “tabla de escribir” de Gabriela
Mistral, de la que no se separaba jamás, así podía escribir donde estuviera.
Comento que mi madre me hizo una similar, de madera clara y muy suave, pulida
con lija fina, con los cantos y sus cuatro esquinas redondeadas, así podía
escribir y hacer mis tareas, durante los fríos días de invierno, en cama. Un
gran acto de amor materno.
Ahora les
comento de donde viene el nombre Gilania
Riane Tennenhaus Eisler es una académica austriaca, escritora, abogada y
activista social. Nacida en Viena en 1937, huyó del nazismo hacia Cuba con su familia cuando aún era niña; más tarde emigró a
los Estados Unidos. Graduada en Sociología y Derecho en la Universidad de California es autora de varios artículos e influyentes libros.
Ha escrito obras relativas a la
teoría de la evolución humana, historia de la cultura y modelos de cooperación.
Se considera como pionera en los estudios holísticos sobre la humanidad en el
pasado, presente y futuro.
Para describir la alternativa real a un sistema
basado en la jerarquización de (fundamentalmente una mitad de la humanidad
sobre la otra, Riane Eisler, junto a la arqueóloga lituano-estadounidense,
Marija Gimbutas, en El Caliz y la Espada, 1996, propone el termino gilania
(gylany). Gy deriva de la raíz griega gine, o “mujer” An deriva de andros, u
“hombre”. La letra l entre ambas tiene un doble significado. En inglés
representa la vinculación entre ambas mitades de la humanidad, más que
jerarquización, como en androcracia.
En griego deriva del verbo lyein o lyo, que a su
vez tiene un doble significado: solucionar o resolver (como en análisis) y
disolver o liberar (como en catálisis).
Como
no es bueno relatar tanto, mejor es mostrar la obra de algunas escritoras
chilenas que escriben desde la trinchera, así me parece que es su vivir, cada
día en la lucha de la sobrevivencia; en lugar de seguir hablando del Cuarto
Propio de Virginia Woolf, de la literatura chilena y de mujeres, de la cual fue
una propulsora importante durante la época de la dictadura militar en Chile, la
Doctora en Literatura e investigadora sobre Gabriela Mistral, Raquel Olea, quién nos dice: “las mujeres no podemos seguir solo
insistiendo en hablar de opresiones ni de reivindicaciones que victimizan
nuestra posicionalidad social y política ofrendándola al reconocimiento de una
desigualdadl sin salida” y de las escritoras bolivianas, tan desconocidas
para nosotras, preferí mostrar un par de
poemas de dos escritoras chilenas, Sol Danor y Yasmín Fauaz Núñez, y dos
microcuentos de las hermanas Hernández Castañeda, de Margarita (Maya Soriano) y
de María Olivia, que no sé por qué me recuerdan a las hermanas Bronté, y un
fragmento de la cantante y escritora boliviana Jenny Cárdenas.
TRANSPORTE ESCOLAR
Margarita Hernández (Maya Soriano)
Éramos los tíos de los transportes
escolares, cada día esperábamos ansiosos la salida de los niños al
término de la jornada escolar. Corrían jubilosos al llegar el furgón que los
llevaría de vuelta a casa, las risas y cantos estaban impregnados en mis oídos;
eso es pasado. Tuvimos que rearmarnos, hoy nuestros furgones los
adaptamos para trasladar enfermos Covic, cambiamos risas por silencio y
dolor.
Yo tenía mucho temor… pero no tengo
alternativa y una familia numerosa que mantener.
Ahora, en el mes de Agosto, tengo que
pagar la primera cuota del furgón…
***
QUE
LA LUNA ME PERSIGA
Autora
M Olivia Hernández C
El atardecer me gustaba, ahora me
inquieta. He pasado tiempo en esta tormenta que no se va. Ha llegado el momento
de preguntarse ¿hasta cuándo? Un mes, dos meses, tres y nada, solo
incertidumbre. El encierro que vivimos nos hace pensar, nos preguntamos qué
hemos hecho. Recordamos el pasado, el presente, ahora solo los instante. Qué
haremos con el tiempo que pasa en este encierro? Buscamos qué hacer para estar ocupado y no
pensar en lo negativo, algo que nos llene, por ejemplo, dibujar, leer,
escribir. Pero salir es un mundo por conocer, era lo cotidiano. Pienso y
pienso, hoy debo salir. Tengo temor, no tengo mascota para salir con ese
motivo, pero igual saldré. Tomo la bolsa negra, le hago un nudo. Me miro al
espejo y salgo. Admiro los árboles frondosos, el otoño sigue su paso, pero no
se ha ido. El cielo azul resplandece a mi paso. Aromas de tierra mojada, el
viento se lleva las pocas hojas. Nadie se ve, ha cambiado el mundo. Casi sin
ruido, pero ahora sí se siente algo, es un camión que riega, más atrás viene el
de la basura. Miro y cuelgo la bolsa negra en la reja. Respiro profundo, me
quedo un rato con los ojos cerrados respirando más, abro los ojos y miro el
horizonte, vuelvo. He salido un rato y tiene la importancia que nunca antes
había tenido, dejar la basura al paso del camión.
En esta búsqueda ya somos
diferentes. Cuando salgamos no seremos las mismas personas, quizás. Desde esta
sensibilidad y los sentimientos y los meses nos hacen cambiar también. Y se
viene otra noche con su luna para que me saque de esta incertidumbre. La
observo resplandeciente, recuerdo cuando pequeña jugaba con ella, yo corría y
me perseguía, me quedada quieta, la luna hacia lo mismo y volvía a correr para
que me siguiera. Era una luna sonriente y me hacía reír también. Ahora está
indiferente, no me mira, parece extraña desde mi ventana, solo logro verla
hasta cierta hora. Ya no más. ¿Con qué juegan los niños en este encierro?
Recuerdo todo lo que me ha hecho
feliz, lo que quedó plasmado en mi vida. La niñez, mi juventud y ahora mi
adultez. Quiero ser feliz ahora, igual como antes y siempre. Pero aquí estoy con un día más en este encierro.
Nuestras vidas van a jugar con una nueva luna y que mañana sea otro amanecer.
***
De
Jenny Cárdenas un extracto de su libro, comentarios en revista literario
cultural y en https://correodelsur.com/cultura/20150821_cardenas-presenta-su-investigacion-musical.html y la invitación a escuchar sus canciones.
La música, al igual que otras manifestaciones artísticas,
forma parte del fenómeno histórico, cultural y estético. La música no es
solamente la expresión de un colectivo en un momento determinado, sino una
construcción que puede ser percibida en toda su dimensión dentro su momento
histórico. Contiene tradiciones y experiencias heredadas, así como una fuerza
creativa que la va definiendo y dando identidad. Tiene también la facultad de
transportarnos a otros tiempos, sin intermediaciones.
Estas
reflexiones aparecen al leer el libro de Jenny Cárdenas Historia de los
boleros de caballería. Música, política y confrontación social en Bolivia publicado
recientemente. Este trabajo es fruto de varios años de investigación que
comenzó como una aproximación apasionada a la música boliviana. Jenny Cárdenas
es doctora en Antropología Social de Saint Andrews University, Escocia, y es
también una destacada y conocida música profesional boliviana. Estas dos
condiciones se unen para entregarnos un riguroso estudió académico, que además
muestra un conocimiento de la música y una sensibilidad que solamente puede
tener una persona que ha desarrollado durante años una experiencia esencial,
vital y comprometida con la interpretación y con la composición musical. El
libro está basado en la tesis doctoral de Cárdenas y culmina una etapa de
investigación y rescate de los antecedentes y continuidades de la música
boliviana del siglo XX, trabajo iniciado por la autora hace años y que se
pueden apreciar en sus estudios sobre la música en la Guerra del Chacó, tema de
su tesis de licenciatura en Sociología.
Sin
embargo, la historia que nos presenta aquí la autora no está focalizada solamente
en el análisis de un género musical, no es una historia de la música a la que
se le añade un contexto histórico; tampoco se trata de una investigación sobre
música que va acompañando al acontecer histórico; más bien nos muestra un
tejido orgánico en el que se entretejen procesos y eventos con la creación y las
transformaciones de un género musical dinámico.
A lo
largo de las más de 300 páginas se observa el detallado trabajo de
investigación, tanto documental como en terreno. Los documentos revisados en
diferentes archivos (entre otros, el Archivo de Indias de Sevilla, Archivó
Musical de Saint Andrews en Escocia, Archivó y Biblioteca Nacionales de
Bolivia, pequeños archivos provinciales, e incluso archivos familiares, como el
archivo de música heredado por la autora de su bisabuelo, el compositor de
yaravíes Francisco Suárez Pando) muestran la rigurosidad en la búsqueda de
fuentes primarias. Sucede lo mismo con la recopilación de historia oral y con
el trabajo etnográfico desarrollado en ciudades y en pueblos especialmente
significativos para la historia del bolero de caballería, como Sipe Sipe en el
valle de Cochabamba. El empleo de nuevas tecnologías digitales de transcripción
de música (software Sibeliús) permitió a la autora contar con elementos
investigativos que hicieron posible encontrar y descubrir nuevas piezas y
sonidos que añaden riqueza al trabajo. La investigación histórica, el enfoque
etnográfico y el trabajo musicológico forman parte de las herramientas que dan
como resultado un conjuntó de información y análisis desde diferentes
perspectivas.
***
Para
finalizar y, como no quiero olvidar a los poetas, les doy a conocer un poema
que encuentro muy bueno, de un joven poeta de Quilpué, Bastián Desidel, es integrante
del Taller de la Fundación Pablo Neruda, La Sebastiana, en Valparaíso.
Gracias
a la escritora Matilde Kuramil por sus poemas en honor de:
*
Lorenza Cayuhán Mujer mapuche que parió en el Sanatorio Alemán de Concepción (14-18 de octubre 2016)
*Macarena
Valdés Muñoz (activista socioambiental estrangulada el 22 de agosto de 2016)
Agradecida
de mis maestras en mi formación literaria y feminismo:
Pía
Barros, Raquel Olea, Olga Grau, Lilian Elphick, Diamela Eltit,Carmen Berenguer,
Marta Blanco; Carmen Gloria Quiroz, María Antonieta Saa,Vicky Quevedo Méndez;
Fanny Pollarolo, Adriana Muñoz, Margarita Pisano.
BIBLIOGRAFÍA
ACTUALIZADA
Lilian Elphick
Carmen Berenguer
Pilar Errázuriz
Raquel Olea
Gabriela Mistral
Carmén Servén Díez
Alicia Redondo
Laura Nuño
Kathy S Leonard
Riane Eisler
FIN